sábado, 17 de septiembre de 2011

Cuando te pienso...

Cuando te pienso
se diluyen las calles,
las plazas, las ciudades;
caen los mapas y sus coordenadas
y emerges tú
entre el desarraigo.
Prescindo de parentescos
de la formalidad de los años,
de los colores, del gesto,
y emerges tú
en la palabra que sigue a la siguiente,
en las ganas de perpetuar
un himno a capella.

©Lola Crespo

Besos de Judas

"Puesto que el joven azul
de la montaña ha muerto
Es preciso partir".
Labordeta

Y digo yo, que tendré derecho a pensar
lo que me dé la gana,
y por qué no a escribir lo que quiera,
al igual que peleo, al igual que lucho,
al igual que corro ocho kilómetros
en cincuenta minutos.

Y digo yo, que tendré derecho a llorar
y a lo que me dé la gana,

por qué no a gritar lo que siento,
al igual que defiendo, al igual que escupo,
al igual que madrugo antes de las siete
cada mañana de la semana.

Y digo, que creía que tenía derecho a pedir,
que merecía, sin patente de corso, ¡qué ilusa!
una simple deferencia, un gesto,
pero ahora creo que ya no quiero,
después de todo para que me des besos de judas,
es mejor nada.

Si tú, de sobra sabes,
que por lo que a mi respecta
no me va el glamour de escaparate.

©Blanca Flores Cueto
(De "Vaivén")

Acrobacia poética

Tiéntame
pero tenme al tanto de tus tentativas,
que no es que note al instante
lo que intentas con tanto tacto,
y quizá no detecto a tiempo
ese intento de pacto
entre la tentación
y las espectativas.

©Fernando Lobo

viernes, 16 de septiembre de 2011

Al otro lado del viento

Extraviado el secreto
de mis vidas anteriores
la palabra
quita el sonido
del antiguo llanto

sacudida la estera
se abre por mi mano una ventana

el crujido de los bosques
se ahuyenta furioso
derrumbado
por las marcas de tu aliento

2011©Carmen Paredes

PAREIDOLIA

A veces sucede…

Es el ansia y su raigambre en las sienes,
de insectos y de formas delirantes,
vacíos reconstruidos sobre ruinas
espectrales, donde dormita el ángel
con lluvia en las alas.

Justo en ese instante robado al sueño,
los ojos huyen, lejos
en busca de otros climas más propicios,
y anidan en las grietas de los muros,
e incuban húmedos seres de viento.

Al borde del alba regresan
las aves portadoras del buen juicio.

Traen en sus picos mapas y bocetos,
perfiles de realidad, sus contornos.

Por eso ya no juego
a distinguir tu rostro entre las nubes.

© Rosario Troncoso
(De "La Lluvia Roja")

Esa extraña sensación

De repente,
te miras al espejo
y te das cuenta
que las nieves del tiempo
cayeron sobre ti.
Bajas lentamente el rostro,
abres el grifo
y juntas las manos.
El agua en tu cara
te recuerda que la vida
está pariendo un nuevo día.

Piensas en la noche anterior,
en los amores perdidos
y en las amantes ganadas.
Piensas en las infinitas
promesas incumplidas
y en los sueños por soñar.
Piensas en esa extraña
sensación, que el hecho
de madrugar te produce.

Tras unos minutos
se escucha un portazo.
Sísifo comienza
su rutinaria labor.

©Miguel Ángel Rincón Peña
(2011-Inédito)

La mañana tenía forma de cuchillo

La mañana tenía forma de cuchillo
hacía frío
y algunos tipos de las esquinas
me golpearon con ferocidad
pero no solté la mañana
y crecí
junto a ella
hombro con hombro
me hice hombre
persona
inolvidable ser humano
agarrado a esta existencia de fragor de combate
siempre.

©Pedro del Pozo
(De "Distancias. Poemas de los océanos zigzagueantes")

Máscaras

Entre todas las gentes a diario tu rostro
se camufla con gestos comunes. No hay señales
de tus silencios suaves, del temblor de tus labios
debajo de los besos o en la urgencia del sexo.
Máscara de ti mismo, te disfrazas y niegas
el delicado estigma de tu parte más frágil.
Sólo tus ojos siguen, valientes, declarando
la emoción que te vence en la alcoba del agua.

© Josefa Parra
(De "Alcoba del agua")

La erótica de la poesía

Abrazo con mis manos
abiertas cada esquina
de tu estrofa y susurro
tus versos y te beso
cada rima y penetro
entre tus mudas letras
en busca del calor
que fuera ya no encuentro.

© David Romero Raposo

Olvidaré tu voz

Olvidaré tu voz mientras olvido que soy yo
quien te busca a través de la memoria
mientras siento que tu presencia me olvida también
y sé que mi corazón se vacía
en mis dedos que se cobijan en el centro de mis días
que soy perdedor de profesión
pero sé que tu cuerpo no es mi tumba
y conozco tu miedo...

olvidaré tu voz

lucha ahora o marcha para siempre.

©Carmen Moreno