Subir por tus muslos
o bajar por tu vientre.
Colgarme a tu cuello
o enredarme en tu pelo.
Rodar por el suelo
o hacerlo en la cama.
Comernos a besos
y palparnos los cuerpos.
Así, toda la noche,
hasta que aparezca el día
y nos alumbre la estancia
con sus rayos de sol.
© Miguel Ángel Rincón Peña
(Inédito-2013)
martes, 19 de marzo de 2013
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Muy sujerente y con mucho ritmo, m gusta.
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